Oscuridad.

Me sentí romper en mil pedazos. Lo cierto es que me caí en lo más profundo de mi ser y me dejé ahí, olvidándome cada día más y más. Y está bien. No me preocupo, ¿por qué debería hacerlo? Hasta ahora sólo he sabido reconocer el dolor, lo he aceptado, valorado y materializado en mi corazón.

“Las apariencias engañan.” Eso dicen. Es verdad. Es la mentira, hecha realidad. No duele lo que no se conoce, pero cuando lo has distinguido, no hay más pesar que el de saber que has estado equivocado.Que te quiero, que te odio, que no puedo vivir sin tí, que estoy harto... Mentiras, Verdades, tantas palabras y todas se dejan en el olvido; la oscuridad de los sentimientos.

Quizás no debí decirlo, quizás no fue el momento apropiado. ¿Debería borrarlo de mi mente? ¿Dejar que se disuelva como un mal sueño? Sí... que se lo lleven, que los fantasmas se hagan con él y lo devoren. ¡Que me dejen vivir en paz! No, no la tengo, puede que jamás la conozca ¿y por qué? Porque nací en medio de la noche, no había luna y las estrellas se escondieron. No tengo luz, no brillo; únicamente estoy yo y... lo que sea que me destroza por dentro.