sábado, 22 de mayo de 2010

¿Qué le voy a hacer?


No soy un cubito de hielo, también siento. ¿Qué le voy a hacer? Nací emocional, nací para ver que lo que me rodea puede hacerme llorar, reír, sonreír, enfadar, entristecer... Nací para que todos los días me recuerde a mí misma que hay un motivo para estar aquí, pero... ¿cuál es ese tan misterioso motivo que se esconde de su destino, de su ser?

¡Buena pregunta!

Ayer, como hoy y como mañana abriré los ojos, miraré al techo y diré: "¿Qué estoy haciendo?" Entonces como si no hubiese pasado nada y mi mente no revolotease por millones de pensamientos inconexos, me levantaré y seguiré con mi vida. Recordaré momentos pasados, me sorprenderé cuando me cuenten una novedad y seguramente, acabaré pensando en lo mismo de siempre; cosas sin importancia, personas que en algún momento han estado en mi vida, que aún pertenecen a ella, en sueños que con el paso del tiempo se van nublando cada día más y más... Y dará igual porque seguiré sin encontrar respuesta para mi destino.

Bueno, quizás no todos hemos nacido para ser pintores, cantantes, escritores, ingenieros, médicos, albañiles, psicólogos, deportistas... quizás, simplemente estamos porque sí, para rellenar el hueco de otras personas que nos necesitan. Me río. Sí, lo que acabo de decir es gracioso contando con el hecho de que en algún momento serás innecesario y entonces ¿qué? ¿Moriremos? Bueno, sería un final de película, si no fuera porque no somos los malos, ni los buenos, simplemente somos el extra que han encontrado en la calle y le han dado una oportunidad.

¿Qué le voy a hacer? Yo no lo elegí, pero me conformo. He aprendido a disfrutar de lo que se me da, a echar de menos lo que se me arrebata y pierdo y, como no, sé llorar como todo ser humano, sé robar una sonrisa y hacer reír a la gente que me rodea. ¿Por qué? Unos lo llaman ser humanistas, otros ser buena persona, ¿yo como lo llamo?

Bueno, eso quizás deberiáis preguntárselo a ellos y no a mí.

sábado, 15 de mayo de 2010

Bubble Wrap

B U B B L E  W R A P

"This the last time, i give up this heart of mine. And tell you that i'am a brokenman who's finally realised. Standing in moonlight, which black in the inside. This is goodbye..."

Desearía poder tener una burbuja de recapitulación en mi corazón, en caso que me caiga y me rompa.
No soy Dios y no puedo cambiar las estrellas y no sé si hay vida en Marte.
Pero sé que estás herida, y la gente que amas y esos que se preocupan por ti.
No quiero hacer nada con las cosas que estás atravesando.


Esta es la última vez que te doy este corazón mío.
Te estoy diciendo que soy un hombre roto que está finalmente realizado.
Estas parada a la luz de la luna, pero eres oscura por dentro
¿Quién te crees que eres para llorar?
Este es el adiós


Estoy un poco confundido y aturdido, la vida es una perra igual que tú
Todos mis días se transformaron en noches porque vivir sin tí, sin tí, sin tí en mi vida.
Y escribiste el libro de como ser un mentiroso y perder todos tus amigos
¿Significa algo en absoluto? ¿Fui otro fantasma que ha estado en tu cama?


Esta es la última vez que te doy este corazón mío.
Te estoy diciendo que soy un hombre roto que está finalmente realizado.
Estas parada a la luz de la luna, pero eres oscura por dentro
¿Quién te crees que eres para llorar?
Este es el adiós


¡Sí!
¡Prende la radio cariño porque cada única triste canción serás disponible para decir!
Esta te la dedico.
Whoa oh!
No te pongas emocional cariño nunca puedes hablar conmigo,
¡Estás incomunicada!

Esta es la última vez que te doy este corazón mío.
Te estoy diciendo que soy un hombre roto que está finalmente realizado.
Esta es la última vez que te doy este corazón mío.
Te estoy diciendo que soy un hombre roto que está finalmente realizado.
Estas parada a la luz de la luna, pero eres oscura por dentro
¿Quién te crees queue eres para llorar?
Este es el adiós

Bubble Wrap by McFly

domingo, 2 de mayo de 2010

October: "Like a doll"



2 de Mayo de 2072

 La azotea está desierta y mis pasos resuenan leves contra la piedra. Otra vez vuelvo a estar allí arriba sóla, al amparo de la noche. Me acerco con deliberado cuidado a la barra metálica que bordea todo el lugar y apoyo las manos sobre ella; un contacto delicado, superfluo. Alzo la mirada hacia toda la extensión que se me presenta delante, oscura, temeraria, frágil. El lago brilla bajo toda la intensidad de la luna, los terrenos están completamente vacíos a esas horas y comienza a refrescar. La brisa nocturna me golpea en la cara como una jarra de agua fría, pero no me importa, lo agradezco, me despeja la mente de todos mis pensamientos.

No me doy cuenta, ahí está él, otra vez, justo detrás de mí, rodeándome con sus brazos, sin realmente llegar a tocarme. Mi cuerpo no soporta estar tan cerca de él, ni siquiera quiero pensar en lo siguiente que él hará, y en cómo reaccionaré, sé que sabe que me tiene a su máxima merced. Sus labios rozan la piel de mi cuello, un escalofrío se apodera de todo mi ser, una sensación que recorre cada resquicio de mi cuerpo, desde la cabeza hasta las puntas de los pies y yo le odio por eso, porque consiga hacerme sentir de esa manera con un nimio roce.
"¿Qué haces aquí?" es lo único que mi mente es capaz de crear en su repentino caos emocional. Creo que de un momento a otro conseguirá que me desmaye, pero no puedo hacerlo, tengo que prever sus movimientos, adelantarme a cualquier cosa que él haga. Imposible, soy como una muñeca. Soy su muñeca y lo disfruta de la mejor manera que sabe: titereándome.

Es todo tan extraño que mi mente viaja a la velocidad de la luz, sin procesar nada. Mis ojos se han cruzado con los suyos, me sonríe y yo, caigo como una tonta en su juego. Soy feliz, estoy emocionada, sus palabras han surtido el efecto esperado, me ha hechizado con su voz. Al principio, dudo, sé que este es un juego difícil, no sé si podré mantenerme en alto, pero por él... podría hacer cualquier cosa. Él juega con mis sentimientos, con mis pensamientos, sus brazos rodeándome es lo único que me importa en ese momento y todo pasa tan deprisa que apenas soy consciente de todo lo que pasa a mi alrededor...
Su abrazo me apabulla, el olor que desprende su cuerpo me embota totalmente y en lo único que pienso es en la oportunidad que me está rindiendo la vida junto a él; sin venganzas, sin rencores, sin dolor, ni corazones rotos... sólo él y yo. Se mueve, me muevo. Noto como la barandilla está tocando el inferior de mi espalda y abro los ojos, pisando de nuevo la realidad. Le oigo, pero no le escucho, no le presto atención, levanto la cabeza y, entonces le miro. Sonríe como si acaba de triunfar, sus dedos presionan mi mentón y lo elevan ligeramente, lo justo para que pueda besarme...
Es lo último que siento antes del empuje que ejerce sobre mi cuerpo, lo último que recordaré antes de quebrarme en la más absoluta oscuridad.

October despierta de golpe. Estaba sentada sobre la cama del colegio, el sudor emapapaba su cuerpo y tenía la respiración entrecortada. Había soñado con su muerte, la muerte más dulce de todas. En segundos, nota como su cuerpo estaba agotado, entumecido, cargado de una tensión inexplicable... se deja caer hacia atrás, apoyando la cabeza en la suave y confortable almohada, mientras su mente oscila todavía por el mundo de los sueños intentando llegar de sentido lo que había soñado. 

Aiden dándole una oportunidad.

Aiden tomando su venganza.

Aiden arrebatándole la vida.

¿En eso iba a convertirse su vida? ¿Aquello era su destino? Con los ojos fijos en el dosel de su cama, fue incapaz de volver a retomar un sueño reconciliador, lo único que veía cada vez que sus párpados se rendían al cansancio, volvía a ver la sonrisa triunfadora de Aiden, quién lo único que quería era hacerla sufrir. 

¡Really!


Hay tantas verdades que no pueden ser expuestas ante el mundo, que el día en el que una de ellas irrumpe en las agradables vidas de las personas, éstas caen como si de bombas se trataran, explotando con toda su veracidad delante de todos. No sé qué me da más pena, si el hecho de que todo el mundo seamos inconscientes y ajenos a lo que surge a nuestro alrededor, o el hecho de que nos asustemos cuando por fin hemos abierto los ojos.

En algún momento de mi vida, experimente la cegera. No quería ver nada de lo que me rodeaba. La verdad me explotó en la cara y no la soporté. Creí que si no le hacía caso, todo pasaría, ella se olvidaría de mí y yo podría seguir en mi acostumbrada ignorancia, pero no. Ella se aferró a mi cuerpo con sus miles de tentatulos, sus garras, depellejándome la piel como si fuera su máxima entretenimiento.

Ahora miro otras personas y veo la ignorancia en sus ojos, en sus acciones, en sus palabras. Creen saberlo todo, y no saben nada. Se han creado su propia fantasía en la que ellos mismos son sus propios protagonistas y nada malo les puede pasar, sin embargo les pasa y todo es culpa de ellos, ciegos por su propio ego, pero aún así la culpa es del resto, de la gente que intentó abrirles los ojos... No sé si reirme o ponerme a llorar. Reír por lo patético que tiene que llegar a ser una vida, para llegar a tales extremos y llorar por la pena que me dan esas personas tan... fuera de sí.


Nadie dijo que caminar sólo fuera fácil, pero es lo que pasa cuando te engañas, y engañas al resto del mundo. Tu cara de perro malherido no va a salvarte esta vez, ni siquiera tus palabras cargadas de veneno incoloro... Aprended a vivir con lo que os ha tocado, quizás la próxima vez sepáis actuar como es debido.