domingo, 2 de mayo de 2010

October: "Like a doll"



2 de Mayo de 2072

 La azotea está desierta y mis pasos resuenan leves contra la piedra. Otra vez vuelvo a estar allí arriba sóla, al amparo de la noche. Me acerco con deliberado cuidado a la barra metálica que bordea todo el lugar y apoyo las manos sobre ella; un contacto delicado, superfluo. Alzo la mirada hacia toda la extensión que se me presenta delante, oscura, temeraria, frágil. El lago brilla bajo toda la intensidad de la luna, los terrenos están completamente vacíos a esas horas y comienza a refrescar. La brisa nocturna me golpea en la cara como una jarra de agua fría, pero no me importa, lo agradezco, me despeja la mente de todos mis pensamientos.

No me doy cuenta, ahí está él, otra vez, justo detrás de mí, rodeándome con sus brazos, sin realmente llegar a tocarme. Mi cuerpo no soporta estar tan cerca de él, ni siquiera quiero pensar en lo siguiente que él hará, y en cómo reaccionaré, sé que sabe que me tiene a su máxima merced. Sus labios rozan la piel de mi cuello, un escalofrío se apodera de todo mi ser, una sensación que recorre cada resquicio de mi cuerpo, desde la cabeza hasta las puntas de los pies y yo le odio por eso, porque consiga hacerme sentir de esa manera con un nimio roce.
"¿Qué haces aquí?" es lo único que mi mente es capaz de crear en su repentino caos emocional. Creo que de un momento a otro conseguirá que me desmaye, pero no puedo hacerlo, tengo que prever sus movimientos, adelantarme a cualquier cosa que él haga. Imposible, soy como una muñeca. Soy su muñeca y lo disfruta de la mejor manera que sabe: titereándome.

Es todo tan extraño que mi mente viaja a la velocidad de la luz, sin procesar nada. Mis ojos se han cruzado con los suyos, me sonríe y yo, caigo como una tonta en su juego. Soy feliz, estoy emocionada, sus palabras han surtido el efecto esperado, me ha hechizado con su voz. Al principio, dudo, sé que este es un juego difícil, no sé si podré mantenerme en alto, pero por él... podría hacer cualquier cosa. Él juega con mis sentimientos, con mis pensamientos, sus brazos rodeándome es lo único que me importa en ese momento y todo pasa tan deprisa que apenas soy consciente de todo lo que pasa a mi alrededor...
Su abrazo me apabulla, el olor que desprende su cuerpo me embota totalmente y en lo único que pienso es en la oportunidad que me está rindiendo la vida junto a él; sin venganzas, sin rencores, sin dolor, ni corazones rotos... sólo él y yo. Se mueve, me muevo. Noto como la barandilla está tocando el inferior de mi espalda y abro los ojos, pisando de nuevo la realidad. Le oigo, pero no le escucho, no le presto atención, levanto la cabeza y, entonces le miro. Sonríe como si acaba de triunfar, sus dedos presionan mi mentón y lo elevan ligeramente, lo justo para que pueda besarme...
Es lo último que siento antes del empuje que ejerce sobre mi cuerpo, lo último que recordaré antes de quebrarme en la más absoluta oscuridad.

October despierta de golpe. Estaba sentada sobre la cama del colegio, el sudor emapapaba su cuerpo y tenía la respiración entrecortada. Había soñado con su muerte, la muerte más dulce de todas. En segundos, nota como su cuerpo estaba agotado, entumecido, cargado de una tensión inexplicable... se deja caer hacia atrás, apoyando la cabeza en la suave y confortable almohada, mientras su mente oscila todavía por el mundo de los sueños intentando llegar de sentido lo que había soñado. 

Aiden dándole una oportunidad.

Aiden tomando su venganza.

Aiden arrebatándole la vida.

¿En eso iba a convertirse su vida? ¿Aquello era su destino? Con los ojos fijos en el dosel de su cama, fue incapaz de volver a retomar un sueño reconciliador, lo único que veía cada vez que sus párpados se rendían al cansancio, volvía a ver la sonrisa triunfadora de Aiden, quién lo único que quería era hacerla sufrir. 

1 comentario:

Nuria dijo...

Ains, como me gusta *¬*

Pero sólo porque sale indirectamente mi Aiden